«Ahí nadie supera a Piero Manzoni, que con la puesta a la venta de sus famosas latas de “Mierda de artista” planteó la trampa ineludible del mercado del arte: el artista hace mierda y los coleccionistas se la compran; y por eso el artista hace mierda, para que los coleccionistas corran a comprarla; y entonces el artista se ve obligado a hacer más mierda, y a los coleccionistas no les queda de otra que comprarla, para que el artista siga haciendo mierda y ellos puedan seguir comprándola... La ley de la oferta y la demanda puesta al desnudo como nunca.»