«Mi opinión es, resumiéndola, que el sistema del arte español se articula y despliega antes como una red de relaciones puramente sociales e institucionales de superficie (100 –o ciento y pocos– metros cuadrados) que como un genuino programa de saber, de conocimiento; y que la causa principal de ello es la depotenciación estructural-práctica de cualesquiera agencias discursivas que le hubieran procurado, desde el distanciamiento funcional y el rigor epistemológico, una densidad cognitiva profunda que constituyera su motivo fundado de despliegue y acontecimiento en la historia.»